30.5.07

Mi casa

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Guardo en mi casa los trofeos del pasado, no son piezas de metal cromado que conmemoran alguna hazaña deportiva o el guapismo perril de la mascota de uno. Son las reliquias del devenir histórico personal. Atesoro en este mausoleo modesto el halo perenne de aquella sonrisa de mujer, que me enamoró con una pasión fugaz.. que deseé eterna. También por supuesto quedan rastros de la euforia decorativa que tienen algunas mujeres en un territorio virgen de mariconadas inútiles, como suelen ser los habitáculos de solteros escurridizos. Pero poco a poco todo vuelve a su cauce.
Mi casa ha sido el escenario de episodios grandiosos y miserables de la condición humana; afortunadamente a una escala tan pequeña que solo algún que otro enfrentamiento entre culturas tuvo lugar; hubo perfidias, y actos tan bellos que han dejado aromas y sonidos que muy probablemente nadie más que yo pueda percibir. Eso es tener una casa, aunque en realidad no sea de uno; muros y volúmenes impregnados por nuestra felicidad e infortunio, espacios habitados por emociones antiguas y alambicadas remembranzas modernas.
Este es el único lugar sobre la faz de la tierra en que sabemos dónde está la sal, el taladro o las bombillas de repuesto, por eso nos sentimos tan a gusto.
Un hombre que envejece solo en una casa se va convirtiendo en un perro, al que lo peor que puede pasarle es que la vida no sea predecible. Elabora racionalmente rutinas de carácter práctico, si bien no puede sustraerse a algunas otras, de ámbito más bien simbólico, al que ubicaremos en el apartado general de : manías.
Para muchos nuestra casa es nuestro reino; hoy mismo vi salir una mujer de su portal, y persignarse complicadamente en tres ciclos que me parecieron idénticos, olía a superstición y a conciencia de entrar en campo enemigo.

12 comentarios:

gemmacan dijo...

PLIN matutino! Toma ya!

gemmacan dijo...

Las casas, nuestras casas, las que conseguimos hacer a nuestra imagen y semejanza, esas en las que entras y exclamas: ¡se nota que lleva tu esencia!
Hay casas sin colores, ni calores, ni sellos, ni firmas, ni historias encerradas, ni puertas abiertas. Hay casas impersonales, de paso, sin peso, sin aromas, ni frases escritas en las paredes.
Hay casas tristes, sin vida, ni risas.
Y las hay como la tuya, con pasado, con los poros abiertos, con el paladar expectante y con pasión.
Buenos días! ;)

Teresa dijo...

A mi me gusta el olor a café, y el ruido de radio que sale de tu cocina... y la cama del supersiestón, que es un poco de todos...

ay, que recuerdos!

un gran abrazo!

MAY dijo...

De vez en cuando paseo por sus habitaciones y dejo que los colores, de sus paredes, me hagan recordar de nuevo. Hay habitaciones en la que la pintura esta agrietada. Otras me dejan la sensación de que un huracan arrasó en una tienda de pinturas y las trajo hasta aquí desparramandolas sin sentido. En otras, tan solo blanco, tan apacible y expectante.
Pero hay otras en las que el artista dejó su trazo fino y al contemplarlas es tanta la belleza que me siento dichosa.
Ocasionalmente, no entro, me quedo fuera contemplandola y la veo palpitar de vida, entonces se que siempre podre volver a ella.

Max B. Estrella dijo...

¡Qué lujo de comentarios y comentaristas!

INDIA bomboncito mío, las puertas de mi casa, bien lo sabe, abre su boca en un bostezo enorme, para los amigos del alma, la espero.

TERE, hermanita querida, también me asaltan los días felices de esos recuerdos que atesoramos. Te prometo que iré a verte, antes, mucho antes de lo que te esperas. Besos mil, a repartir entre la mona peluda, el gigante de Laruns y tus adorados cachetes.

MAY corazón, ¡es un comentario tan hermoso el que me has dejado, que por un momento tuve la tentación de perdonarte el turno de cocinar en la próxima sesión cutre-gastronómica; pero luego se endureció otra vez mi corazón. Así que ya sabe colega, la próxima cocina Ud y yo le doy cháchara, no se haga la osa. Y más le vale que se esmere, que yo, para las tareas (de los demás), suelo ser muuuuy exigente. Besos, y que aquel reparta suerte.

e-catarsis dijo...

Poco a poco la voy visitando, a veces de puntillas por no molestar que hay veces que uno no está de humor para las visitas, aunque lo que siempre me sorprende es que la puerta esté abierta
:))

Anónimo dijo...

la casa...
ya no tengo casa....

tengo casas...
las dejo por ahí

me he vuelto una errante.

Aprendiza de risas dijo...

La tuya es una casa apetitosa, con la esencia recogida de lo que cueces con tu maestría y el postre de lo/as chefs de otras casas vecinas. Una morada vivida, todas sus fotos recientes, del presente.

Se siente agustito una aquí dentro, por eso me paseo de vez en cuando aunque no le deje ningún postre.

Y me encanta la fragancia que deja usted en las otras moradas cuando acude con sus ricos pasteles.

laonza dijo...

bueno eso es cierto somos una especie de caracoles , a veces nos damos cuenta que la casa se hace pesada y dificil de cargar y la vacias de cosas innecesarias, a veces no quieres salir de ella a veces no entrar. pero ahi va creciendo contigo y con los que quieres que entren alli.
que hermosos post mi Don Diablo, de verdad que usted si que es un hogar...!!!!
muchos besos

laonza dijo...

Pli:;MMMMMM ahhh que pensaba que esto lo iba a dejar pasar así...
le dejo mas besos...

A. J. Zaragoza. dijo...

Yo he vivido en varias casas, de estudiante, trabajando fuera de mi Lorca natal, he vivido semanas enteras en hoteles, y he hecho noches en el coche antes de poder llegar a mi destino.

Pero ahora dentro de nada en unos meses, me entregarán mi casa, esa que podré moldear y llenar de recuerdos como tú describes, dónde los rincones esconderán recuerdos secretos, de distintas épocas y traerán consigo distintas emociones.

Son cosas que aún están por venir pero que espero con entusiasmo.

Se nota que me gustó lo que escribiste, ¿no? Gracias.

MALEFICABOVARI dijo...

Mi casa es cómo cuentas que es la tuya, se libraron batallas en ella, salí indenme, estaba en territorio conocido... luego olí aromas que me dejaron trastornada, pero los eliminé con el ambipur, cuesta un pastón, pero elimina tristezas varias... y lo de los actos casi robóticos... de eso sabe mucho mi soledad mis costumbres, y alabadas sean las dos¡¡¡¡
Mi castillo, así lo llamo yo... es mi paraiso particular... no entra cualquiera, y hay horas de visitas concertadas... hay que ponerle precio a eso... a lo de que te sepan dejar en paz y mucho, y nosotros sigamos creciendo en esa soledad que es cabrona, pero sabia cómo ella sola.
A MIMIR, ES UNA ORDEN¡
Bsssssssssssssssss