20.5.07

Kamikazes

Éramos un grupo de pequeños desharrapados camuflados tras la uniformidad que da a los seres humanos un bañador en la piscina. Formábamos parte de una sociedad secretísima que se llamaba "Los Kamikaze". Nos distinguíamos de los no iniciados, por un discreto botón de metal con un ancla en relieve cosido a la cintura de nuestros heterogéneos "uniformes" . La sociedad no podía aceptar nuevos adeptos porque, la casaca del marino que la había hecho posible, tenía los botones que tenía, ni uno más. Por eso, el día que "el birola", como llamábamos a los que usaban gafas, perdió la suya, hubo un conciliábulo en el que se trataba de su pertenencia futura a la secta. El más acérrimo defensor de la norma automática de expulsión era "el batata", que había sido rechazado como pretendiente por Moniquita, la hermana del Birola. A mi vez yo, que estaba perdidamente enamorado de ella, me erigí en paladín de la tolerancia y la flexibilidad de las normas.
La actividad de los Kamikaze era variada, consistía en zambullirse buscando una trayectoria precisa que permitiera al torpedo humano, tomar contacto con las nalgas de una bañista elegida, robar gafas de sol o las zapatillas de los desprevenidos. Mi argumento esencial, consistía en que el Birola tenía un aspecto tan inofensivo que se convertía a menudo en una pieza clave en nuestras correrías. No sé si era el amor lo que me daba aquella dosis extra de locuacidad y astucia, la cuestión es que mis argumentos parecían más sólidos que los del despechado Batata, que finalmente, prometió cejar en su empeño, previo paso a una prueba de aptitud que debería pasar el reo. La prueba consistía en que el grupo de los Kamikaze, se pondría de cara a la pared del estadio que había en nuestro barrio y en una meada simultánea, debería dejar la marca de un listón a superar o al menos igualar, al campeón de tan singular torneo. El pobre Birola tenía un handicap añadido, era el más bajito; y si bien varios de los Kamikaze antepusimos el afecto y la hombría de bien a la prueba de nuestra potencia en la micción, el Batata, que era el único que conocía el secreto de la erección voluntaria, llegó a unas cotas que no pudimos menos que admirar. El Birola estaba perdido, varios le palmeamos la espalda cuando fué despacito a enfrentarse con su destino; aquella marca destacada, que le superaba en altura, era el reto a batir. Se puso en posición, y en un alarde de conocimiento de las leyes de la física apuntó su mínimo aspersorio al cielo de Febrero; el silencio era tenso, y varios de nosotros teníamos los dedos del alma cruzados, solo el Batata mantenía un aire burlón y de suficiencia. En un momento, preocupado quizás por la demora del geiser que necesitaba, miró hacia abajo, y aquel chorro voluntarioso se estrelló contra su cara. Todos nos reímos, pero cuando se dió la vuelta y vimos sus gafas chorreando, y sus ojos inundados por otra sustancia que no era sino la manifestación de su vergüenza, pararon casi todas las risas.
El Batata se doblaba, se erguía, lo señalaba y se volvía a doblar en una risa exagerada y forzada. Era más fuerte que yo, pero el amor me guiaba cuando en una de sus flexiones le metí una vengadora patada en el culo. Se le cortó la risa de repente y se abalanzó contra mí, pero por el camino lo frenó el imperioso volumen del gordo Coki (con él no se jugaba) quien después de dos tremendos empujones y con hielo en la mirada le dijo: "No te quiero ver más en la piscina". Había nacido la cortesía parlamentaria.

21 comentarios:

e-catarsis dijo...

Buneo, pues creo que es la primera vez que inauguro comentarios y sin pliñ que una es muy chula.

Estupendo relato, como siempre Vd como el que no quiere la cosa mete los dedos y no deja títere con cabeza

Un beso...querido

Canichu, el espía del bar dijo...

hmmm, vaya, ha pertenecido usted a una secta piscinera? caray, que susto, menos mal que no apostaron por mear todos a la vez en la piscina de los niños. Un saludo.

Letra dijo...

Tenemos al Birola, al Batata y al gordo Coki. A ud cómo le decían?
No era la piscina donde yo hacía natación? Si hasta me parece estar viéndolos, mientras cuchicheamos con la Moniquita.

Osvaldo Michelon dijo...

A mí, me decían el TRAIDOR...traime esto, traime aquello....

Osvaldo Michelon dijo...

E-CATARSIS: Pues sí que es Ud. chula, no ha plineado (porque uno tiene su personalidad¡qué caramba!), pero "BUNEA", por primera vez en mi blob, y eso para mí es un privilegio. En cuanto tenga tiempo, póngame al tanto de las pautas y reglamentos del "BUNEO"

CANICHU: Finalmente nos prohibieron el acceso a la pisci, y cuando inquirimos acerca de las causas de tan extrema medida, nos dijeron que era porque nos hacíamos pis en la piscina; no basamos nuestra defensa jurídica en que el comienzo de "pis", y "piscina", pudiera habernos inducido al error; Rocha (grande), que conocía las artes de la mano izquierda ( y la derecha) y compadreo con los empleados, guiñó su ojo celeste, y bajando la voz confesó: "pero si todo el mundo se mea en la pileta"
-¡Sí!, respondió airado el canchero Fortunato,
pero los únicos que lo hacen dese3 el trampolín, ¡ son ustedes, manga de chanchos!

Osvaldo Michelon dijo...

Fé de erratas: "...desde el trampolín..."

e-catarsis dijo...

Otra Fé de erratas, dos de boquerones y un pincho de tortilla :P

Era BUENO
B U E N O
y Vd un "graciosillo"

;-)

Max B. Estrella dijo...

¡BUNEO, NO SE PONGA ASÍ MUJER!

Letra dijo...

Es que me está quedando cerquita

Letra dijo...

El 10, PLIÑ, de vuelta compitiendo

MALEFICABOVARI dijo...

Vaya, así que de pequeño ya apuntaba maneras, y mas cosas... que tenía ud su puntería... Esos recuerdos no tienen precio, y ud los conserva intactos, luego hablará de alzheimers y otras cosas perjudiciales para la memoria, pero la suya está para ganar campeonatos de lo que se quiera proponer. En la piscina nos meábamos todos, señor, eso era la gracia, pero las que teníamos, y los que teníais caras de malos, siempre se llevaban la peor parte.
Los que pertenecemos a este grupo de señores con blog, bien podríamos llamarnos tb los kamikaces, no cree? Vamos en sentido contrario, y desafiando cualquier ley que quiera taparnos la boca. Así que de kamikace, a kamikace, que siga la fiesta.
Bssssssssss

Aprendiza de risas dijo...

Joo, los tíos siempre jugando a esas cosas... nosotras no éramos de ese tipo de juegos.
Me has traido a la memoria cuando nos escondíamos la pandilla de mis amigas en el parque de mi barrio y veíamos cómo la panda de los chicos jugaban a ver quién de ellos apuntaba más lejos, pero no precisamente con el pis, sino con otro líquido viscoso... ya sabes...
Nos parecían unos cerdos asquerosos... pero nosotras allí que estábamos, alucinadas...

¡Cuánto tiempo ha pasado desde entonces...!!!

Osvaldo Michelon dijo...

APRENDIZA: Habrá pasado mucho tiempo, pero el culito ese...¡cómo se conserva!

MALEFICABOVARI dijo...

Pues sí que tiene buen culo la jodía, seguro vive subida al stepper, quiero pensarlo, porque si es genética pura, la matooooooooo¡¡¡¡

MALEFICABOVARI dijo...

Por cierto, no cuente con venir a mi piscina, eso por descontado¡¡¡ Ya bastante que se mée la que renta el departamentito.... digo, esto, bueno,le dejo. Joder, y hoy con las penas no hice stepper, y ese culo ahí arriba mirándome...hostiaaaaaaaaaaaa¡¡¡ Mañana me subo dos horas, lo juro¡

Irene dijo...

Sr oswaldo :es mejor hablar para arreglar las cosas que no liarse a mamporros. Y hay miles de piscinas a las cuales acudir.
Besos

e-catarsis dijo...

No me ofendo yo por semejantes nimiedades...pero que es un graciosillo...lo es
:p

...este caracter que me pierde...¿tiene Vd plano de situación?...por favor marque con colores los caminos, anque no creo que sirva de nada porque seguro que me lo dejo encima del piano ( que excusa más manida...ains) nada más salir...

Letra dijo...

Trío musical oyó? Y no me haga chistes con lo musical, que se la estoy dejando picando, ya lo se!

Letra dijo...

siete menos cinco de la mañana, es una buena hora para

Letra dijo...

Un pliññ mañanero!!!A ver, no me ponga trompita!

Margot dijo...

Ummm un chulo relato!!

Conservas intacta la infancia? Kamikaze!!! jajajaja

Besosssssss con coletas y rodillas raspadas