9.7.06

El Sábado por la mañana, Sandra se presentó en mi casa y noté que algo en mí le chocaba o producía una especie de rechazo porque a los pocos minutos sugirió que fuéramos a un bar que conocía; me pareció que la idea de que estuviéramos a solas, la incomodaba por alguna razón.
-Aféitate por lo menos. Sugirió.
-¿Qué quieres decir con eso de por lo menos? inquirí poco conciente de mi aspecto general. Me acerqué al baño y al verme al espejo entendí los reparos de Sandra; los ojos un poco hundidos, bordeados por un halo oscuro, barba de varios días y el cabello sucio y despeinado. Me adecenté un poco y salimos; en ningún momento hubo contacto físico alguno entre los dos, algo parecía haberse roto o al menos cambiado de forma significativa. En otro momento, aquello me hubiera preocupado, pero ahora, mis prioridades eran otras y siquiera notaba que había una mujer hermosa a mi lado. Empezamos por una de las cartas traducidas:
No sé cómo explicar el vacío de desesperanza que se agita en mi interior, no sé luchar contra esta fuerza oscura que me ha sumido en una confusión y un desánimo con sabor a tragedia. No puedo enfrentarme al mundo exterior ni comunicarme, sin un gran esfuerzo, con otras personas. He perdido el interés por casi todo . Algo dentro de mí está por resolverse y permanezco ajeno a las circunstancias de lo que habrá de ocurrir. Me irritan los ecos de esa alegría institucional de ahí fuera, los villancicos y las voces, los pasos de los viandantes y la urgencia de los automoviles. Algo está por estallar en mi vida, lo siento con una claridad que asusta, porque nada bueno podría ocurrir en esta atmósfera triste y desesperada .
El frío es intenso, fuera y dentro, y los recuerdos bellos aparecen como fotos descoloridas de un pasado lejano e irrecuperable. La soledad en que vivo, tiene el filo de los cristales rotos, y no puedo evitar arrastrarme sobre ellos. Vivo una enfermedad misteriosa que ataca a la base misma de la vida, y me encierro en una cuarentena que no sé si trabaja en pos de la salud o la enfermedad. Algo en mí se ha dado por vencido.

1 comentario:

30سيلفيا دي ماس dijo...

lo ataco el virus del miedo !!!