24.6.06

-¿Sandra?
-Si, estuve llamándote estos días y no estabas en casa.
-Pues ya estoy y tengo algo sensacional para ti…
-Todos decís lo mismo, ¿me lo vas a contar ahora?
Sobre las once, aquí en casa, ¿sabes llegar?
-Seguramente sí, pero no puedo hoy, ya es un poco tarde, ¿no crees?.
Lanzado como estaba , olvidé el pequeño detalle de que era una hora un poco sospechosa para que una mujer casada fuera a ver a un amigo desconocido de su marido y quedamos para el día siguiente. Al colgar me quedó la impresión de haberme comportado como un caballo desbocado y el temor que no viniera. Me di un baño, puse música suave en mi flamante minicadena y me dispuse a zambullirme en el “Libro de los sueños”; antes revisé el diccionario por enésim vez sin que se incrementara mi tesoro. No estaba mal, 175.000 era la mayor suma que recordaba haber tenido; además, la minicadena sonaba bien y la noche prometía ser excitante. Siempre me gustó la idea de conocer los secretos de otra gente, y adivinaba que este libro, era un compendio de ellos.

“Estoy durmiendo en una sala donde se desarrolla una reunión en la que hay algunos conocidos pero son más los extraños. Me despierto y oigo sus voces y sus risas, eso me molesta y doy un alarido. Se produce un silencio; uno de los asistentes se justifica ante los demás en voz baja y tono comprensivo, :
“está muy enfermo” , y se acerca a mí para apoyar su mano en mi boca . Vuelvo a dormirme mientras les oigo murmurar. Una vez más me despierto al oir un gemido y vuelvo a gritar; deseo que aquella mano amiga vuelva a confortarme con su calidez… pero nadie viene. Me incorporo y echo un vistazo a la sala; alguien ha hecho una escabechina en la sala y masacrado a los invitados , un pequeño charco de sangre orla mis zapatos al lado de la cama.

3 comentarios:

Susy dijo...

Querido amigo,
como sabes, entro poco. Hoy he leido lo que has escrito desde la última vez y me parece magistral.
Bueno, una cosa. No se si has leído "La sombra del viento" pero de verdad que me lo recuerda bastante.
Aunque, desde luego, a tu favor, esto tuyo infinitamente mejor.

Abrazos.

Anónimo dijo...

Hola, ¿Luzbel? ¡Ay, vaya por Dios! No sabes el susto que me has dado, hombre! Cuando fui hoy -después de un laaaargo tiempo- a visitarte a "Corto y Con Ficción" que tanto pero tanto me gustaba leer. Allí me topé con tu último post, bah, el post de Luzbel y.... te juro que se me paralizó el corazón. No podés darnos estos sustos que somos simples mortales ;) Menos mal que me vine derechito al Infierno para informarme mejor.

Salud seas quien seas!

Anónimo dijo...

Querido futuro amigo Luzbel:

Ahora ya te escribo más seria. Quería contarte que yo era amiga del dulce Omar de "Cortito y con Ficción". Nos visitábamos con frecuencia y hemos conversado varias veces. El fue muy bueno conmigo así es que ya imaginas cuánto lamento su desaparición pero bueh... así es la vida, y parece que el diabólico Luzbel se ha apoderado de su persona.
Lo paradójico es que a mí me ha sucedido algo similar. Yo también antes era otra persona. Por lo menos, era una persona que tenía un nombre como Dios manda. Pero, de mi se ve que se apoderó la luz de la naturaleza y me transformé en flor, ahora soy apenas una Rosa Roja. Debo destacar que entre tu mutación y la mía prefiero la mía, jeje. Preferible convertirse en rosa que convertirse en el diablo de Luzbel. En fin, así parece que están las cosas y habrá que aceptarlas.
Si aceptas conocer a esta nueva Rosa Roja y la aceptas tal cual es, yo por mi parte aceptaré entrar en el infierno de Luzbel.
Queda hecha la propuesta.
Un beso de Rosa Roja.