21.3.07

Platón, Melquíades y el ogro

Estoy en uno de esos sitios en que van los niños a celebrar su cumpleaños, escribo en mi portátil; es un lugar ruidoso como pocos, donde poder concentrarse es más un acto de taumaturgia que de voluntad. Me enfrento a una nueva situación, desagradable y triste. Me pregunto si seré capaz de llevar esta vida por mucho tiempo; la perspectiva es mala. Creo que me llevaré un niño a casa, para ocupar el hueco que dejó Platón.
Estar solo nuevamente se me antoja más penoso que cuando no tenía a Platón y sin embargo, muchas veces he demostrado poca paciencia con él y rehusado su compañía. Soy un tipo contradictorio y voluble, poco dotado para las demostraciones de afecto, y no consigo transmitir mas que un porcentaje reducido de mis emociones. En muchos casos, los demás creen percibir mi corazón cuando me fuerzo a mostrarles sentimientos fingidos. Tahur de la ternura por generosidad o interés, reservo para unos pocos mi verdadera esencia de desamor adquirido a golpe de fracasos. Es mi forma de querer, oscura y vacía, que hunde sus raíces en la pena de no ser quien me gustaría para aquellos que siento próximos.
La madre morena con la que incidentalmente entré a este sitio dijo que vendría su marido a buscar a Gaby, un niño que salta travieso entre las bolas de colores (no me gusta su nombre, mañana le llamaré de otra forma). Me escabullí fuera de la vista de los dueños del salón cuando la oí decir eso; no sé cómo puede mi mente ser tan ágil en momentos de tristeza como este. Si, hoy es un día aciago, he enterrado a mi perro Platón; mañana intentaré que Melquíades,...sí, creo que le llamaré Melquíades, dé un poco de vida a la casa.

12 comentarios:

larosaroja dijo...

No se si es un relato/cuento o si es realidad. En todo caso, me conmovió. En todo caso, si te sirve de algo y por si no lo has visto aún, mira en mi blog abajo de todo también tengo a Platón. ¡Vaya coincidencia! Mil besos!

Teresa dijo...

jajajaj, muy bueno hermanito...

un beso grande

y a ver si nos encontramos algún día, pendoooooooooooooooooooooón!

Margot dijo...

Ufff casi un diez! alguien me dijo que el diez era la perfección y esa inmoviliza tanto... un once? me gusta más el once... jeje.

Melquiades mola, más que Gaby, hasta el año los niños y los perros se me confunden. Por si te pasara lo mismo aprendí que basta mirar si van erguidos.

Besossssss guau

Anónimo dijo...

Pues no sé qué decir, he vivido ambas experiencias y la del niño no tiene parangón, aunque comprendo a quien prefiera un perro. Melquiades es un nombre mítico, puede ser que influya en su destino.
Saludos.

Vade Retro dijo...

Una personalidad muy enigmática la suya.

MALEFICABOVARI dijo...

Pues menos mal que no sabe ud transmitir los sentimientos exactamente... diría yo que es un mago de las letras, para mi, por lo menos. Me gusta eso de los sentimientos fingidos... somos tantos los que pecamos de ello, pero sepa que tener el papel de fingidor puede ser bastante enriquecedor, nos coloca en texituras interesantes, afloran en los otros reacciones que igual ni esperábamos, no se, supongo que se trata de experimentar, en la vida, y ud lo hace divinamente bien.
Un beso fuerte, a mi me encanta ud así, tan natural...
( no se me encelé mi niño de 1.36, no se me encelé, por diossssss )
Male

Alma dijo...

Mi más sentido pésame por la pérdida, aunque parece que el
Platón vacío ya lo llenó de nuevo con el Melquéseyo. A ver si la
tristeza fingida la reemplaza por alegría fingida y entre tanto y
tanto no olvide seguir los consejos que le dan...

?T?

30سيلفيا دي ماس dijo...

hay siento que esto ya se lo lei en alguna ocasion sr?? si?' o es que ya le adivino los pensamientos?
besos azucarados

gemmacan dijo...

¿Niños? ¿Perros? ¡Qué horror! Ahora sí que estamos en el mismísimo infierno.

Lúzbel Guerrero dijo...

¡PLIIÑ!, lo dicho, el blog es mío y plineo cuando quiero.

30سيلفيا دي ماس dijo...

uy ese regaño es para mi?? Don Diablo no me regañe mejor shhhh cosas cachondas si??'

Churra dijo...

Me pierdo, me pierdo. ¿escribiendo en un sitio de cumples para niños?
Te estabas escondiendo de algo porque no se me ocurre mejo sitio para escapar.
Melquiades me gusta.
Besos