30.1.07

Respuesta impudica a una aseveracion dudosa

Esa afirmación suya de que escribe estupendos relatos eróticos la tomo con pinzas, por lo visto hasta ahora eso no es verdad, el de la oficina era una cagada (y perdone la crudeza pero es que estoy estreñido y no pienso en otra cosa). No se me escapa que este comentario desafiante, pudiera ser considerado como una manipulación más que marcar en las cachas de mi teclado, y obtener así, por la cara, un material de corte erótico que usar como documentación a la hora del automanoseo. De nada valdrá que me haga el ofendido ante tal hipótesis, porque también sabe Ud. que es mi truco preferido; en fin... que tendré que pagarle a Don Chisme cuando quiera un guión nuevo, porque con la del cuarto ya agoté las ideas, con decirle que ayer, llegué al extremo (en el acto de amor propio de la jornada) de imaginar que ella venía vestida de hombre rana a pedirme azúcar:

...(suena el timbre, y ¡oh casualidad! yo estaba ataviado con el uniforme de ducha); no me gusta que me interrumpan en mis sesiones de aseo, tuvieron toda la semana para venir a joder la marrana y tienen que venir justo ahora que estaba decidido.Fui cabreado a la puerta y pregunté quién era:

–¿Tiene azúcar?.
Sin saber quien era (puesto que tenía puesto el respirador y no reconocí su dulce voz) grité cabreado:
–¿Y a Ud. qué coño le importa?...y es que hay que ver lo cotillas que son en este edificio.
Abrí la puerta y me la encontré chorreando (a la vecina del cuarto quiero decir); llevaba en la izquierda un arpón, y en la derecha la azucarera, me avalancé sobre ella, la cogí por la cintura y la arrastré dentro de la casa. Como le pisé una de las patas de rana mientras tiraba, ella perdió el equilibrio y cargó su cuerpo sobre el mío haciéndome perder el equilibrio y caer de espaldas.
Allí estaba ella, sobre mí, mi anhelo de años estallando repentinamente en el momento más insospechado.
Busqué sus ojos con los míos, y supongo que estaban tras aquel cristal empañado, busqué su boca, y me encontré con una boquilla que sabía a anchoa del Mar Muerto. Estaba blindada, pero su respiración agitada, me dijo que era ahora o nunca.
Con un rápido movimiento de lucha grecorromana, la puse debajo de mí, y antes de que se diera cuenta de lo que ocurría apresté mi arpón, y mientras girábamos hacia la derecha (es muy difícil que un tanque de oxígeno no dé, al menos, media vuelta antes de posarse. Fué glorioso, mientras pivotábamos, clavé mi arma entre sus piernas; sentí que algo se rasgaba, y me diluí en el orgasmo más intenso que recuerdo.
Atravesada la penumbra de la "petit morte", sentí un cierto reparo ante mi brutalidad:
–De haber sabido que eras virgen, te habría tratado más dulcemente, le dije suavizando mi voz.
–Y yo, de haber sabido que todavía se te empinaba, me hubiera quitado el traje de Neopreno.

10 comentarios:

gemmacan dijo...

Colega, no necesita usted pagar a nadie por hacer lo que le sale bordado. Su imaginación no necesita de aditivos externos. La del cuarto tiene una gran suerte, lo malo es que no lo sabe. Dele alguna pista de su humor.

Buenos días!
A currar!

Anónimo dijo...

¿y atravesaste el neopreno???
¡joder, luzbel! ¡qué poderío!

yo fui a unas clases de nocturno anoche, de latín, creo... ¡por una vez que no hago campana...!
todo el instituto estaba a oscuras y sólo había un alumno pasando apuntes y un maestro obsesionado con las declinaciones.
decidí copiar cien veces una frase que me pareció ver en la pizarra, y salí corriendo, que no es lo mismo que lo que tú por lo visto tuviste la suerte de hacer.
si es que como en el infierno, ¡en ningún sitio!
por cierto... ¿aquí el único conserje es el Michelon ese? ¿y es de confianza o qué?
un beso

Lúzbel Guerrero dijo...

Como si se tratara de mí querida. Yo tres, izquierda, derecha y morro.

Antonio Latorre Jimenez dijo...

Tiene usted mas razón que un demonio y es que con los relatos eróticos pasa como con las pajas, el puntito que se da uno mismo no te lo da nadie.
Excelente relato erótico, buen balance de fiereza y dulzura (el azucar)y siempre me tiene a su disposición por si no se inspira, me especializo en relatos eroticos de voyeurs.
Que no cese el fuego amigo diablo.

CAROLINA MENESES COLUMBIÉ dijo...

Está buenísmio, ¡buenísimo! Si hasta me imaginé la acción cuadro a cuadro, y ni le cuento.

Besotes.

Anónimo dijo...

Buenísimo
Un abrazo

recomenzar.blogspot.com

Vade Retro dijo...

Inevitable, tras leer su relato mi señor, pensar que el calentamiento global es evidente.
Besos de su sempiterna CCVQ.

Canichu, el espía del bar dijo...

con un traje de neopreno... que comprejidad... casi tanto como la escena aquella de Los Dioses del Acero (creo que era en esa, o si no en Excalibur) donde hay sexo sin que el tío se quite la armadura de hierro.

Trenzas dijo...

Un regocijo ver que ha tomado sus cuentos tan en serio. Aunque parezca una contradicción :)
Y con la variedad de colaboradores, habrá también una gran variedad de historias que leer. Eso me alegra un montón.
Echaba de menos sus cuentos, pero esto de la beta, me tiene frita. No sé si es porque yo aún no me he pasado, pero me cuesta un horror poder dejar comentarios.
Eso sí, leer si puedo. Algo es algo...
Un abrazo, Luzbel

pcbcarp dijo...

Es de suponer que la vecina gozó, por lo menos algo; porque nada dice de pagar el neopreno, con los precios que tienen, oiga.