21.7.06

Quedé con el electrodoméstico al atardecer del día siguiente en la esquina del bar cercano al chalet de Arturo Soria.
Cuando lo ví venir no daba crédito al espectáculo. Venía en plan "Línea blanca", esto es: zapatos, calcetines, pantalón, camisa y chaqueta blancas, rematado todo ello con un sombrero blanco dos tallas mayor que la suya. Supongo que esta era su forma de no llamar la atención. Me propuso entrar al bar, y le recordé que el camarero me conocía.
_Por eso estamos aquí, dijo arqueando sus cachetes de momia a modo de sonrisa.

-Ah, ya sé, cooontrolarr..
_ Ud podría ser mi mejor alumno.
Cuando iba a preguntarle de qué, se acercó el camarero con una actitud rayando en la profesionalidad de una novela negra, y tras un saludo afable y cortés preguntó:
¿Qué van a tomar los señores?
Iba tan bien el tipo que Tutankamon me miraba inquisitivamente; pero claro, la tenía que cagar de alguna forma: al irse me guiñó un ojo con la misma discreción de una de esas putas viejas de la calle Amparo, en la frontera de la prostitucón y la mendicidad.
_Comenzaba a pensar que me había engañado usted.
- No cantó nada el guiño, ¿a que no?
_Perdone, pero no le entiendo
-Es igual
El camarero trajo los cafés y LaGartijo le pidió tres sobres más de azúcar
Muy bien señor, contestó servil haciendo un amago de reverencia. Lo veía venir, pensé que si me guiñaba el ojo de aquella forma, iba a estallar en una carcajada; tal cual, lo malo fué que cuando lo hizo, acababa yo de tomar un buen trago de café.
media milésima de segundo despúes de que entrara en la cocina, un aerosol humano entraba en erupción. El café y la ropa blanca nunca se llevaron bien.
El zorro de las nieves estaba hecho propiamente unos zorros, y acabó en la cocina auxiliado por el atento camarero.
Tardó un rato en salir, y cuando lo hizo, venía del brazo del guiñador. Nos despedimos (afortunadamente sin guiño esta vez), y ya en la calle, eL Guarro dijo con aire triunfal:
_Hemos quedado con él mañana a las 23,00 Hs

1 comentario:

Canichu, el espía del bar dijo...

soy un trometido en casa agena, lo sé, pero de esto que cuentas ¿realidad o relato ficticio? Me ha gustado el estilo, de todos modos.