22.5.06

Reo

Hay momentos en los que no sé si hemos de esperar, pacientemente, un desencadenamiento de hechos monstruosos, o es que la verdadera condena de este sitio es que nunca ocurra nada.
Aquí no puedes morirte, ni ocupar en tus pasiones o manías, las horas que garantizaran tu eterna expiación. Es la idea de una carrera contra el reloj, lo que nos mueve, una vez alcanzada la madurez, a procurar los logros que creemos nos definen, o satisfacen nuestra ambición. Sin meta no hay voluntad.
Tampoco podemos ya hipotecar un alma que no nos pertenece en esta estación final, para darle largas al destino. Todos estamos aquí, en esta espiral que se recrea a sí misma una y otra vez, dejándonos ver con detalle, tanto los errores como nuestras horas más felices; y lamentamos así, conocer tardíamente la solución a todos los problemas, así como la imposible vuelta atrás.
Infierno o Paraíso, es la Eternidad lo que me aterra.

3.5.06

El espejo

Suelo mirarme mucho al espejo, voy al cuarto de baño, y con una combinación de espejos entre legada y regalada, me observo desde todas las direcciones. No soy un hombre guapo, ni tampoco decididamente feo, pero a veces me gusta lo que veo (generalmente de medio perfil). Supongo que es una tara como otra cualquiera, unos la llaman narcisismo y otros mera supervisión del acicalamiento. Creo que estas muestras de interés por el aspecto de uno, están ligadas directamente a nuestra preocupación por agradar, y conseguir de este modo nuestros fines, generalmente inconfesables. Miro a veces mis ojos rojo oscuro y veo en ellos a un seductor con apariencia inadecuada, pero que si le dejas inocularte su veneno, pasarás una temporada (generalmente corta)bajo sus designios.
Todos tenemos un encanto para alguien, el secreto consiste en intentar acompasar sus debilidades con nuestros planes.
Me canso de todo, por eso a veces recurro al espejo, para ver a alguien.