15.3.07

Las manos

Recuerdo que me miraba las manos y las veía pequeñas, eran manos de niño; herramienta magnífica que tanto servía para la confección de una cometa como para cazar luciérnagas.
Crecí en el suburbio, aspirando tan solo a los trabajos rudos y malpagos que embrutecen, y garantizan un mañana parecido, pero las manos no me crecieron. Llegué sin saber cómo a la Universidad, y recordé de donde venía, pero si no lo hubiera hecho, también me hubiera apuntado a la izquierda; las mozas eran más de mi gusto mientras más comunistas eran.
¡Qué combativo era Dios mío! ¡ Qué fiereza en la mirada, y qué ardor en mi grito, cuando levantaba aquel puño pequeñito! La muerte me anduvo rondando, y un día en que me la encontré en unas escaleras mientras me escondía agitado de las fuerzas del orden (establecido), la miré de frente ; juro que no tuve miedo, quizas por primera vez. Me dijo que cerrara los ojos, y me mostró la secuencia de mi muerte; me vi en una caja, con el color gris verdoso de los difuntos; la nariz afilada y el gesto sereno. Mis manos eran grandes, desmesuradas para la tarea que tenía ante mí; alguien me había puesto un anillo con la cruz de Caravaca. Una corona de flores decía "Nunca te olvidaremos Carlos Miguel", abrí los ojos y le dije que yo no me llamaba así; se rió, y me dijo: " ¿Qué más quieres?, entonces hizo algo que no esperaba; me cogió ambas manos y se quedó mirándolas un momento, luego me besó en la frente. Cuando se fué, me saludó levantando la mano izquierda, era una mano como las mías,… bueno, como las mías antes de aquel día.

Omar Muharib

17 comentarios:

laonza dijo...

Luzbel! Carlos Daniel, manos proectoras... es un pos que me ha emocionado como no tienes una idea.....
me dejas asi con una sensación de vacio-lleno en el cuerpo!
este texto esta plagado de símbolos que conozco y amo, esta bordado con sinceridad, está tallado con lágrimas quisá una tímidas que se escaparon del pasado para venir a posarse en las teclas de su ordenador!
un post infinitamente sentido...don Diablo que hasta me voy a permitir decirle que hoy le abrazo muy fuerte, muy pero mucho!

ah y tíkiti!!! (no podía faltar)

laonza dijo...

Apvrovecho este plin para darle esta palabra bien escrita y con mis disculpas por dios! : quizá

Coblenza dijo...

Hay madre, que tienes mucha ronda femenina, que yo por ser la penúltima, lo tengo bien jodido para que tus manos me digan alguna vez algo...esencial.
Me tendré que conformar con tus golpes de teclas por aquello de la disciplina puritana. Que a todas es el mismo cantar. En resumidas cuentas:"cuánto me gustas chatina, pero sufro mal erección cuándo hay tanta buena mujer y no poder con todas...o sí?

Esto, de qué era de lo que hablaba de tus manos?

Glup! aireeeee, qué me gusta el infierno...Y tu que eres el Rey ni te cuento...
Besos.

Churra dijo...

¿Y que mas cambió a partir de ese dia ?me pregunto y me pregunto...

Un beso

Alma dijo...

Oh! pero qué manos tiene usted. ¿Le quedan algo de huellas digitales? Por lo menos puede decir que alguna vez se ha visto sereno.

?T?

Lúzbel Guerrero dijo...

¡Grande cuñao!

Sofia dijo...

en las líneas de la palma de cada mano tenemos una M dibujada y en cada pie una S ... significa algo, saben?...vengo en un rato con la respuesta.

Coblenza dijo...

Luzbe!!!
Qué vengo a darte en las narices un poquito: cógete aire, ven. Ahora quédate quiero. Así. Ya. Plam! Este es tu premio, sabe a helado de vainilla con melocotón natural. ¿A qué te gustó?
Ves! (ainsss, si es que, me tenías que conocer...)
Acaba de llegar el ángel de tu vida.
Fíjate...toda la vida soñando...-hablas de las manos....y tatatachmmmm....Te salen divinas niñas...!!!

Coblenza dijo...

Aquí. Probando. Probando. Frases cortas. Sip. Nada de insinuación. O exasperación. Nada de levantar la falda. O bajar la bragueta. Aquí solo se habla de manos. De literatura. Y poco más. Já. Quédense todos quietos. Arriba las manos. Esto es: Arriba España niño...!!!
Guapo. Es un placer. Pero yo. Quietecita.
Besos saláo..!!!

Lúzbel Guerrero dijo...

¡PLIÑ!, el blog es mío y me lo plineo cuando quiero

Margot dijo...

Pues las mías van a seguir siendo pequeñas, me da a mí... aunque la zurda me siga creciendo y mi médico asegure que no es de rigor y que son imaginaciones...

Y ahora ya no recuerdo si es que es facha o psicoanalista, cachis!

Canichu, el espía del bar dijo...

pues si esto viniese de lo que me conmentaste de la entrevista en mi blog... telita fin... me ha gustado. Buen relato. Salud.

Anónimo dijo...

Las manos, cómo te cambian las manos. Cuando entré a trabajar en el taller, recién abandonado el instituto, mis manos eran afiladas y finas, propias de quien había deambulado toda su vida entre libros y apuntes, enarbolando plumas osadas y blandiendo palabras valientes. Poco a poco, con el desgaste del trabajo diario, se tornaron rudas y ásperas, mapeadas por la huellas indonfundibles del trabajo manual. Cuando leí en Plenilunio, de antonio Muños Molina, la descripción de aquellas manos del pescadero, me sobrecogí. ¿Cómo es posible que unas simples manos te delaten tanto?, me pregunté.
Hoy, tanto años después, mis manos se esfuerzan en volver a ser las de quien ha hecho del pensamiento su primordial herramienta de trabajo, pero las huellas de entonces no se pueden borrar, las llevo marcadas a sangre, como tributo impagable, en cada uno de mis dedos, de mis articulaciones quejumbrosas, y me hacen recordar a cada instante que soy muchos seres en uno solo y que jamás fui lo que quise ser al completo.
Saludos.

Anónimo dijo...

Perdona las incursiones de letras que no deberían, pero mantengo una batalla atemporal con esta mierda de teclado que no acabo de vencer.

Vade Retro dijo...

Si sólo fueran las amnos las que cambian con el paso del tiempo...

Trenzas dijo...

¿Qué le digo? Que nunca pude volver a Filipinas porque nunca estuve una primera vez.
Que me alegro de que haya llegado la primavera y con ella, Muharib, con todo ese ímpetu escribidor.
Y que menudo relato nos deja en este post. Toda una travesía por los ideales, por la vida y por las muertes que nunca debieron producirse.
Le mando un beso con la mano izquierda. Como debe ser.

larosaroja dijo...

¡Qué bello relato el de manos pequeñas y del sí mismo mirándose en el espejo de la muerte! Yo también tenía una Cruz de Caravaca que extravié... ojalá volviera a encontrarla con mis manos pequeñas. Besos.