Conservo de mi patria un par de circunstancias: el jugar solo y las manos sucias. Mi patria está escondida tras las nacionalidades que se me adjudican, tras las que asumo como propias y tras un velo impenetrable para nadie que no me hubiera conocido en esa tierra del éxodo. Va mi pabellón erguido sin que nadie pueda verlo, y resuenan los disparos fabricados con un palito de helado y el polvo estival de los caminos.
Añoro a mi patria cada tanto, y me gustaría imponérsela al mundo, como un dictador caritativo que reniega de Suiza y pone su empeño en el procomún.
¡¡ En pie señoras y señores que pasa la bandera de mi infancia!!.
9 comentarios:
Sin duda la infancia es aquel lugar al que pertenecemos íntegramente, con los vínculos afectivos que nunca se podrán cortar, la historia de nuestra fundación, y las leyes que en ella nos inculcaron.
Sí señores, de pie!!
La infancia es la base, el pilar que nos permite sortear los obstáculos venideros. Yo la recuerdo con mucha alegría y muchas veces, la extraño.
Tu infancia es tu patria... me pregunto cuántos desterrados habrá en el mundo... porque si bien algunos aún tienen sus aires infantiles o juveniles según crecen, bien es cierto que la gran mayoría los pierden u ocultan... HAbría que fletar aviones para que las personas regresen a sus patrias.
Guau, me deja impresionada, qué bueno está esto. Fue un placer leerlo. Y releerlo.
¿Y cuál es su patria, eh?
Besos
Yo inclino la frente, respetuosa.
Di que si, que nadie intente bajarte de tu poltrona, se, por siempre jamás un Peter Pan, amo y señor de tu reino infantil.
De niño serias un diablillo, seguro que si.
que bueno esto!!!... que colores tiene esa bandera, danos más data...
saludos
Saludo respetuosamente a su bandera, Don Diablo.
Con el respeto a su nacionalidad,
a las que le son adjudicadas y
a las que asume usted como
suyas...,
¿cómo se conocen a los
ciudadanos del infierno?
DTB
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