29.9.06

Dar

Te pueden dar un beso, un abrazo;
te pueden dar calabazas, o largas;
te pueden dar a entender o una colleja;
te pueden dar un aviso, o un toque;
te pueden dar jabón, o puerta;
te pueden dar pié o una patada en el culo;
te pueden dar una lección, o un consejo;
pueden darte por muerto, el pésame;
te pueden dar coba, o la enhorabuena;
te pueden dar un bofetón, un capón o un tiro;
te pueden dar gusto, y porque no, grima;
te pueden dar de comer y/o cobijo;
te pueden dar que hablar, dar que hacer,
dar que pensar y que sentir;
pueden dártela con queso, o incluso,
darte por culo.
Pero queridos míos, con respecto a la razón,
podéis daros por contentos con pensar que la tenéis, porque nunca nadie os la va a dar.

25.9.06

Letrinas no, gracias.

¡Hoy estoy muy contento!, por ello una ola expansiva me invade. No sé si será por una tarea titánica que he llevado a cabo en la jornada o porque ha llegado el nuevo disco de Jorge Drexler; la cuestión es que he decidido liberar una verdad que fue mantenida como secreto durante siglos, para que no accedieran a ella las grandes corporaciones multinacionales ni el "Chino" de la esquina de la casa de Tere. Atención señores abogados, que son los que se alimentan de las letrinas:
Pezqueñines NO, gracias, es el secreto del éxito, así como también la brillante: "el secreto está en la masa" de los nunca bien ponderados motopizzeros. (¡No veáis lo que me sugiere el corrector!, ¡obsceno, más que obsceno!).
El día que una compañía elimine las letrinas, o sea la "letra pequeña", conseguirá que una masa de seres, confiados al fin, opten por sus productos.
Ni abusar de los prácticamente desvalidos ante los bufetes, ni darles más de lo que han pagado. ¡VERDAD!, y veréis como desfilamos bajo vuestras banderas.

A todas aquellas empresas que se beneficien de esta generosa oferta, se hace saber que a partir de los primeros 3 millones de € de beneficio, deberán ingresar 500 Luciérnagas en el banco que destine el "Cardy" Marcinkus,( sí, es que algunas veces coincidimos por ahí en algún visnes) ;( y otra del traductor, ¿quien lo asesoraba, ¿Benny Hill?).
Huelga decir que aquí no nos andamos con "chiquitas"*.

* Esto no es "letra pequeña"

21.9.06

Benedetta Madonna

¿Se acuerdan cuando Madonna tenía en el Vaticano a su principal publicista?
Resulta que ahora la competencia ha encontrado en la actualidad, la oportunidad de devolver el golpe a la diva en decadencia y robarle las poco probables portadas; removiendo, por el precio módico de una jugada, las conciencias más exaltadas. Creo que las naciones de occidente no necesitaban el concurso de la Santa Sede para mejorar el Statu Quo.
Si es que estoy equivocado, y aquella nación tiene perfecto derecho a cambiar el planteamiento actual, que metan al paisito en el Consejo de Seguridad de la ONU.
No hay que meter los dedos en las llagas ajenas, antes que tener que hablar en Árabe, más vale quedarse calladito en Alemán.

16.9.06

El miedo

Anoche estuve en Italia, en Bari para ser más exactos, me llevó allí la intención de tenderle una trampa a un carpintero del que había oído hablar. Parece que otras personas habían tenido la misma idea, y me vi envuelto en un episodio violento con unos mortales calabreses que intentaron matar al barese disparando desde una ventana. No sé qué es lo que ocurre en esa ciudad de la Apulia, la cuestión es que cuando quise desaparecer, no pude hacerlo y me vi tendido en el suelo entre cristales mientras se cruzaban furiosos disparos. Sentí miedo por primera vez.
Horas antes, mientras caminaba por las estrechas callejas de la cittá vecchia con el hombre que había ido a buscar tuve la ocasión de conocer el mundo brutal en que se desenvolvía. Recuerdo claramente como entregaba un billete delgadísimo a un idiota que según me dijo, vivía asomado a su ventana; era como una pieza de pan de oro, que extrajo de un fajo que llevaba en su bolsillo con enorme habilidad. Tenía su efigie y era blanco por el reverso , me dijo que hacía eso cada vez que pasaba por allí. Alto y moreno, de una belleza extraña, mi objetivo era admirado y temido por todos aquellos con quienes nos cruzábamos, comimos y bebimos gratis en varias tabernas y era penoso nuestro avance ante las muestras de pleitesía que le rendían los transeúntes a lo largo de nuestro itinerario. Aquello me animaba, sentía que, de hacer bien mi trabajo, tendría a mi disposición un buen puñado de almas.
En un momento, arrastrándome entre los añicos de cristales y mampostería conseguí salir de la habitación y mezclarme entre la gente que llevaba a cabo no sé qué celebración religiosa. No recuerdo haber tenido tal sensación de desasosiego en mi larga vida. Sin la protección de aquel hombre, eludí trabajosamente las malas intenciones de varios demonios mortales del lugar y conseguí por fin dar en los suburbios de la ciudad de la que quería desaparecer. Vi una autopista a lo lejos y allí dirigí mis pasos sabiendo que la civilización está regida por un infierno más manejable. Cuando recorría ufano el último bloque que lindaba con un campo, vi una figura delgada parada dándome la espalda en medio de la calzada con una especie de larga gabardina, era extraño verle allí inmóvil, pero mi entusiasmo de alejarme de aquella pesadilla me invitó a la burla de una despedida; me di la vuelta al sobrepasarle para darle las buenas noches, pero antes de que pudiera hacerlo me dijo: -No vuelvas. Era el idiota.
Ahora, también yo temo al averno.